martes, 20 de febrero de 2007

León. Dos días en mayo de 2006. (5ª y última parte)



Y después de esta inmersión en el pasado, en esta Capilla Sixtina del románico, sin retoques ni cambios, parada en el tiempo pero con una belleza incuestionable… a la locura indescifrable del Museo de Arte Contemporáneo…

León, como tantas ciudades se ha modernizado en sus edificios

y en sus monumentos


y esto es muy lógico y embellece la ciudad …el edificio del Museo también es muy moderno, pero, es curioso, estas modernidades normalmente buscan apoyarse en alguna evidencia antigua; por ejemplo, en el caso del MUSAC su multicolor fachada, de 37 tonos de color, tiene como referencia, una de la antiguas vidrieras de la catedral, concretamente la que se titula “el Halconero” que presenta escenas de cacería y que tiene la misma gama de colores…


Y pasamos a su interior…Bien, yo he de ser sincera…la mayor parte de la exposición temporal, que visitamos acompañados de una guía delicada y suave, que no dejaba traslucir ninguna emoción al mostrarlas, no me ha gustado… En fin, algunas obras tienen imaginación e ingenio, claro, y por tanto Arte… pero un Arte como efímero, como tan voluble y cambiante, que, al menos para mí, que busco en el Arte otras cosas, pues me dejan fría…pero es estupendo que a otras personas les encantaron…

Y no te puedes ir de León sin pasar por el convento de San Marcos (actual Parador de Turismo), levantado precisamente sobre unos terrenos que donó la Infanta doña Sancha, y contemplar, como el peregrino que ha llegado a su meta, la fabulosa portada…


Y si luego te despides con una buena comida pues la visita ya se queda supercompleta…En tres horas estamos nuevamente en Madrid cargados de buenos recuerdos…

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