domingo, 7 de abril de 2013

Belmonte y su castillo

 EUGENIA DE MONTIJO EN EL CASTILLO DE BELMONTE 




Acabo de hablar en el post anterior de la Emperatriz Eugenia de Montijo ("Eugenia de Montijo, que pena pena, que te vayas de España para ser Reina..." cantaba en una copla famosa hace años la gran Concha Piquer) por su relación con la Casa de Alba  y ahora vuelvo a hablar de ella por su vinculación, que ignoraba totalmente,  con el Castillo de Belmonte en Cuenca...¡cuantas casualidades!

La excursión a Belmonte del dia 8 de marzo resultó un anunciado día muy lluvioso pero con bellos y fotogénicos cielos y descubrimientos continuos en este monumental pueblo de la Mancha conquense, donde nació Fray Luis de León, donde los molinos son santo y seña y donde hace muchos años se rodó "El Cid" con su castillo de fondo, entonces muy deteriorado por su accidentada historia y hoy, afortunadamente,  restaurado y musealizado para poder conocerlo bien.

Fernando Díaz-Plaja en su libro titulado "Castillos de España y sus fantasmas", que escribió en 1978 para el Círculo de Lectores, comenta  del de Belmonte, con su conocido sentido del humor, que:

"es un castillo literario. Porque tuvo entre sus muros a escritores de fama (...) Aquí estuvo el Infante don Juan Manuel, nieto de Fernando III el Santo,  en el siglo XIV, por ejemplo. Y nunca mejor dicho "por ejemplo", porque escribió un libro así llamado : Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio (Libro de los ejemplos del conde Lucanor y de Patronio). Era lo que se llama un escritor moralista. En general  un escritor moralista es un hombre que propugna en sus libros la moral que él no tiene en su vida privada, lo cual, si bien se mira, tampoco es para criticar demasiado. Peor sería que además de vivir mal, aconsejara a la gente  que hiciera lo mismo (...). 

 En realidad don Juan Manuel "fue hombre tornadizo, que tan pronto defendía al rey cristiano, como se apoyaba en los infieles contra él...según de donde vinieran riquezas y poder"


Azulejo de la Plaza Mayor de Escalona (Toledo)


Pero como escritor ha dejado una gran huella. En su citado libro, escrito entre 1330 y 1335) se ignora si aquí en Belmonte o en su otro querido y próximo castillo de Garcímuñoz e incluso en el de Escalona (Toledo) donde nació, aparece el cuento de "El mozo que casó con mujer brava"... donde sin duda Shakespeare se inspiró para  "La fierecilla domada". Y el de doña Truhana  que llevaba una olla de miel en la cabeza soñando con las ganancias y que ha llegado hasta nosotros como el inefable "Cuento de la lechera"

 Y el muy famoso (XXXII) de los mercaderes que hicieron al rey un costosisímo traje que sólo podrían ver los que eran hijos legítimos y cuya trampa reveló un esclavo negro diciendo en voz alta que "el rey va desnudo"... y que ha llegado también hasta nosotros como  "El traje nuevo del Emperador" en la versión, con algunas modificaciones, del gran Andersen que, al parecer, lo había leído en una traducción alemana... Con el mismo "mensaje" Cervantes escribió su entremés "El retablo de las maravillas" que nadie podía ver si no era "cristiano viejo"...

En el siguiente siglo, nos continua diciendo Díaz-Plaja, ocupó el castillo "otro asombroso propietario; el difícil, misterioso marqués de Villena, cuyas vueltas y revueltas hicieron bueno al tornadizo  don Juan Manuel. Por cada vez que éste mudó de postura política en busca del poder y la riqueza, Villena lo hizo diez"

Y de la mano de don Juan Pacheco, Marqués de VIllena, entra en el castillo de Belmonte la infortunada doña Juanaa la que primero denostó humillándola a ella y a su padre, Enrique IV, con el afrentoso "mote" de "la Beltraneja" para después, al enterarse de que Isabel (la Católica) no iba a casarse con el rey de Portugal que previamente había prometido dejar a Castilla en mano de los nobles, sino con Fernando de Aragón, pasó a ser su defensor mas decidido ofreciéndola  refugio en Belmonte (...) Pero cómo sería de difícil  y de poco fiar el marqués - con fama además de alquimista y nigromántico - que un buen día doña Juana decidió que era mejor que no la protegiese...


La Colegiata de San Bartolomé de Belmonte es  Monumento Nacional y se merece un detenido recorrido por sus muchas obras de arte. Conserva la pila donde fueron bautizados Fray Luis de León y  san Juan del Castillo  S.J. (Belmonte, 14 de septiembre de 1595 - Asunción, 17 de noviembre de 1628), mártir en el Paraguay y canonizado en 1988

Pero menos mal que para quitar la mala fama de tan especiales "vecinos" nació en Belmonte, unos años más tarde, en 1528, nada menos que Fray Luis de León...el de "Qué descansada vida - la del que huye del mundanal ruido" y el que vuelto a su cátedra de Salamanca, tras injustisima prisión, inició su clase con sólo dos palabras que encierran su mayor lección "...Decíamos ayer"




Todo esto y mas cosas nos muestran en un video al iniciar la visita al espacio dedicado a Museo para conocer los momentos de esplendor y de decadencia de Belmonte (Bellomonte)





Y al llegar al siglo XIX nos topamos con una noticia singular...la que nos enlaza con Eugenia de Montijo y Prosper Mérimée, nada menos que el autor  (en 1845) de la novela que inmortalizó al personaje de Carmen, la cigarrera sevillana que de esta novela saltó a la ópera inolvidable de Bizet en 1875.





Prosper Mérimée (París, 28  1803 – Cannes 1870) fue escritor, historiador, arqueólogo  y  traductor pues dominaba varias  lenguas. Viajó en numerosas ocasiones a España, y  escribió sobre sus impresiones varios artículos...dicen que su lectura hizo que Emilio Huguenin Lhardy abriera en 1839 en Madrid su famosa pastelería y restaurante Lhardy.  En 1830  conoció a  María Manuela Kirkpatrick, condesa de Montijo y madre de Eugenia,   con la que entabló una gran amistad e incluso se dice que se inspiró en ella para su personaje de Carmen.  De 1834 a 1860 ocupó el cargo de  inspector general de monumentos históricos, y fue el  que advirtió a la Emperatriz Eugenia del estado de deterioro del castillo, ya que en esa época era de su propiedad por línea directa de enlaces matrimoniales desde su fundación.

Sureda cubrió el antiguo patio de armas de una fachada neomudéjar de ladrillo visto 

Ella encargó al arquitecto Sureda su restauración  y posteriormente pasó en el castillo  algunas temporadas como podemos ver en la visita.

Pero la guerra civil del 36  volvió a sumirle nuevamente en la ruina al ser primero cuartel y luego cárcel... Y así ha permanecido largos años hasta que en 2008 la Casa Ducal de Peñaranda - Montijo firmó un convenio con la administración local y se comenzaron  las obras de rehabilitación del edificio exterior e interior, consolidando su estructura y recuperando todos sus magníficos artesonados. Se abrió al público el 16 de julio de 2010... El resultado hay que verlo para creerlo... Asi que pasen y vean...








 
Las escaleras

Este artesonado es un gran engaño visual pues es completamente plano

 
Cúpula octogonal de las habitaciones del marqués de Villena







Cuadro de Eugenia de Montijo en sus habitaciones privadas


 Y desde lo alto del castillo se ven los molinos

 Que finalmente, entre lluvia, nos dicen adiós... seguros de que muy pronto volveremos a Belmonte




Y agradezco nuevamente  a José Luis  Amo, de la Asociación de alumnos de la Universidad de Mayores de la Complutense, el descubrirnos tantas bellezas.



Oficina de Turismo de Belmonte: 967 170 741
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me quedo alucinado con esta página sobre Belmonte...y eso que de momento solo he visto las fotos ¡pero que fotos! La guardo en mis favoritas para leerla con "tranquilidad" porque merece la pena ¿no te has planteado escribir un libro de rutas por España?

paola dijo...

se nota que es un lugar muy interesante para conocer y descrubrir todo en cuanto a la arquitectura e historia. las fotos son impresionantes así que no me imagino lo que debe ser Belmonte en vivo.
pero yo soy bien patriota, amo mi país Argentina y se que los turistas la aman también por todas los lugares para visitar, ellos van, por ejemplo, a un restaurante en palermo a cenar y despues hay un montón de discotecas y actividades divertidas en la ciudad de Buenos Aires.. o sino a recoleta por la tarde..cada lugar en el mundo tiene algo especial...

Conquense dijo...

Eugenia de Montijo nunca vivió en Belmonte