miércoles, 29 de junio de 2016

Puebla de los Ángeles. Biblioteca Palafoxiana (1)

PUEBLA DE LOS ÁNGELES: BIBLIOTECA PALAFOXIANA

México, ese gran país con el que tantos vínculos tenemos, es un pais de fuertes contrastes, en sus paisajes, su clima, su arquitectura, sus colores, su arte, sus costumbres y sus gentes… y también lo es en su sociedad y por eso, todos los que amamos a México lamentamos profundamente sus dificultades para conseguir la convivencia justa y en paz que tanto ansía la gran mayoría.

Y sigo contando mis vivencias durante el último y reciente viaje. El otro día era en San Miguel de Allende y hoy es en Puebla de los  Ángeles.




Si hay un nombre bonito de ciudad es el de esta capital del Estado de Puebla,  declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, que deslumbra con su belleza y elegancia. 

Cuentan las leyendas que un ángel se le apareció al obispo fundador para decirle como tenía que ser diseñada...Y aunque oficialmente se cambió  su nombre por el de Puebla de Zaragoza (en recuerdo de un general victorioso en una batalla del XIX que aquí se libró contra los franceses) todos la conocen por el de "Puebla de los Ángeles". 

  Muchas cosas hay para admirar en ella, pero relacionadas con  esos recuerdos de España que siempre busco me centro en esta ocasión en la magnifica biblioteca donada a la ciudad por Juan de Palafox y Mendoza obispo de Puebla y nacido en España, en Fitero (Navarra) en 1600 y cuyo recuerdo se mantiene, tras tantos siglos, inalterable en la ciudad.



BIBLIOTECA PALAFOXIANA

Juan de Palafox y Mendoza fue un gran mecenas, defensor de la cultura y la educación y en este año de 2016 en que se conmemora el 485 aniversario de la fundación de Puebla en 1531, se le recuerda en toda la ciudad.

OBISPO JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA. Fitero, Navarra, España, 1600, Burgos de Osma, España 1659. Uno de los hombres más importantes de su época, además de Obispo de la Puebla de los Ángeles, se desempeñó en los cargos más importantes de la Nueva España: Virrey y Capitán General, además de Consejero de Indias y Arzobispo de México. Su labor en Puebla fue ejemplar a favor del conocimiento y la cultura, ya que además de consagrar la Catedral, el 18 de abril de 1649, donó su acervo de 5.000 libros  para crear en la ciudad de Puebla la primera Biblioteca pública de todo el continente americano, el origen de la Biblioteca Palafoxiana, declarada Memoria del Mundo por la UNESCO en 2005. Regresó a España por odenes del rey Felipe IV, donde murió en 1959.      485 aniversario Fundanción PUEBLA (1531)


También durante su obispado la ciudad se convirtió en el gran centro musical de Nueva España, muy bien  secundado por Juan Gutierrez de Padilla, gran compositor de música del barroco (nacido en Málaga en  1590, recibió sus primeras lecciones en su catedral como niño cantor y posteriormente fue maestro de capilla en las de Jérez de la Frontera y Cádiz; falleció en Puebla de los Ángeles, en 1664, en cuya catedral trabajó durante 42 años).  Sus composiciones, descubiertas y estudiadas por expertos musicólogos del siglo XX,  han sido altamente valoradas y situadas  entre las más sobresalientes del barroco español.

Pero Palafox no centró sólo ahí su interés, sino que, como hemos leído,  valorando la dificultad para conseguir libros en Puebla y sabiendo lo imprescindibles que eran para una adecuada formación donó, en 1646, nada menos que los cinco mil volúmenes que en ese momento formaban su biblioteca en el Palacio Episcopal, pero con la condición de que pudieran acceder a ellos todas las personas, con la sola condición de saber leer, y no sólo los miembros del clero; por este motivo la Biblioteca Palafoxiana es considerada la primera biblioteca pública del continente americano.

Estas son las sentidas palabras con que acompañó y justificó su donación: "... el que se halle en un beneficio sin libros se halla en una soledad sin consuelo, en un monte sin compañía, en un camino sin báculo...en unas tinieblas sin guía..."


Este fue el germen de la gran biblioteca que siguió creciendo y que alberga en la actualidad unos 43.000 volúmenes impresos y manuscritos de los siglos XVI al XIX, muchos ricamente encuadernados y con hermosas ilustraciones.

Y no sólo son de temas religiosos, pues los hay de historia, filosofía y literatura, leyes, gramática, geografia, medicina, poesía… y están en muy diversos idiomas como el latín, griego, caldeo, árabe, inglés, alemán, portugués, español (Don Quijote de la Mancha y las obras de Santa Teresa etc. entre otros) y también en diversas lenguas indígenas de México.

 En el centro de la biblioteca hay mesas de principios del siglo XVIII y que son una muestra de la extraordinaria carpintería poblana de la época.

En 2005 fue incluída por la UNESCO en su  Registro de la Memoria del Mundo. Los motivos alegados son entre otros:

La Biblioteca Palafoxiana de Puebla, única biblioteca que constituye hoy en día un testimonio inalterado del legado europeo en América, tiene como objetivo asegurar el acceso más amplio posible a la información contenida en sus más de 41.000 libros impresos y en sus manuscritos, parte de una escogida colección bibliográfica que abarca desde 1473 hasta 1821 (19.172 registros).






Efectivamente la magnifica biblioteca, de planta rectangular y techo abovedado, ha permanecido durante más de 360 años en el antiguo Colegio de San Juan y Seminario fundado por Palafox, al final  de una hermosa escalera con sólidos escalones de cantera  y barandales de hierro forjado y se accede a ella por una labrada puerta donde se mantiene el escudo del obispo…Un mundo de sabiduría se abre ante nuestros ojos ocupando todos los muros.






Al fondo se encuentra un bello retablo dorado,  con un lienzo que trajo de Alemania el obispo Palafox con la imagen de la Virgen de Trapani, que reproduce una escultua de alabastro policromado que se venera en el templo carmelita de l´Annunziata de Sicilia.  En la parte baja un altar esculpido en mármol de Tecali. Y en la parte superior una original pintura de Santo Tomás ¡con alas! quizá por aquello de “Doctor Angélico”.

A los pies de la virgen puede leerse "Maria sedes Sapientia", que se traduce como María Trono de Sabiduría,


En el interior se encuentra una rueda de madera llamada facistol, que permitía a los lectores consultar varios libros al mismo tiempo sin colocarlos sobre una mesa.

Muy pronto seguiremos por Puebla de los Ángeles en busca de los otros recuerdos citados. 


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons


6 comentarios:

Mercedes dijo...

Gracias, María Rosa, por este precioso reportaje que nos sigue descubriendo México a tus lectores que, como yo, no lo conocemos.

private tours Madrid dijo...

Siempre he querido ir a México, conozco a mexicanos por juegos y todos son muy dulces la verdad. Además la comida es un punto a su favor pero que esté en el número 1 de país más peligroso me echa para atrás la verdad

MariaRosa dijo...

Pues hay muchas cosas por descubrir en México, que siempre sorprende y de hecho es de los países con más lugares declarados Patrimonio de la Humanidad. Gracias por tu comentario. Tengo muchas más cosas que contar de mi último viaje pero llevo una temporada en la que sucesivamente he tenido un problema con el ordenador y ahora otro con las fotografías... En cuanto se solucionen tengo un montón de temas para esperando para publicar.

MariaRosa dijo...

México es un país sorprendente al que por desgracia han llevado a una situación que a mucha gente naturalmente le quitan las ganas de visitar...Una gran pena, porque se privan de conocer tantas y tantas cosas bellísimas y a personas muy valiosas y encantadoras. Deseo que pronto se supere esta situación y muchas más personas visiten y disfruten de México.

Ana María F. dijo...

Muy interesante, María Rosa. Me ha llamado mucho la atención el facistol en forma de rueda para leer varios libros a la vez. No conozco México y tuve la oportunidad hace unos 20 años cuando mis compadres vivieron allí más de dos años. ¡Cuántas maravillas hay por el mundo!

MariaRosa dijo...

Es cierto que ese facistol es muy ingenioso y práctico y yo al menos no lo había visto en otras biblioteca. EL mundo está lleno de lugares maravillosos creados por la Naturaleza y embellecidos por los humanos... bueno, desgraciadamente esto último no siempre. Cada vez que voy a México descubro un montón de cossas bellas.